Los oídos son órganos muy delicados que requieren de cuidados especiales para mantener su salud y funcionamiento. Sin embargo, muchas veces cometemos errores que pueden dañarlos y provocar problemas auditivos. En este artículo te contamos cuáles son las 4 cosas que nunca debes hacerle a tus oídos y cómo evitarlas.
- Usar hisopos de algodón. Aunque parezca una forma de limpiar los oídos, lo cierto es que los hisopos de algodón pueden empujar la cera hacia el interior del canal auditivo y causar tapones, infecciones o perforaciones del tímpano. Lo mejor es dejar que la cera salga de forma natural o consultar con un especialista si hay exceso de cerumen.
- Exponerse a ruidos fuertes. El ruido es uno de los principales enemigos de la audición, ya que puede dañar las células ciliadas del oído interno y provocar hipoacusia o sordera. Para prevenirlo, se recomienda evitar la exposición prolongada a fuentes de ruido como conciertos, obras, tráfico o auriculares, y usar protectores auditivos cuando sea necesario.
- Introducir objetos extraños en los oídos. Algunas personas tienen la costumbre de meterse objetos como llaves, bolígrafos, horquillas o clips en los oídos para rascarse o aliviar alguna molestia. Sin embargo, esto puede ser muy peligroso, ya que puede lesionar el canal auditivo o el tímpano y provocar sangrados, infecciones o pérdida de audición. Lo mejor es no introducir nada en los oídos y consultar con un médico si hay picor, dolor o secreción.
- Automedicarse. Ante cualquier problema auditivo, como otitis, vértigo, tinnitus o hipoacusia, lo peor que se puede hacer es automedicarse sin consultar con un especialista. Algunos medicamentos pueden ser contraproducentes o tener efectos secundarios para la audición. Además, se puede retrasar el diagnóstico y el tratamiento adecuados y empeorar el cuadro clínico.
Por eso, siempre se debe acudir al médico ante cualquier síntoma o duda relacionada con la salud auditiva.