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Halitosis: amígdalas como responsables del mal aliento

La halitosis, o mal aliento, es un problema que afecta a muchas personas y que puede tener un impacto negativo en su vida social y laboral. Aunque existen varias causas posibles de la halitosis, una de las menos conocidas es la relación con las amígdalas.

Las amígdalas son unas masas de tejido linfoide que se encuentran en la parte posterior de la garganta y que tienen como función defender al organismo de las infecciones. Sin embargo, las amígdalas también pueden ser una fuente de mal aliento cuando presentan ciertas alteraciones.

Una de estas alteraciones es la amigdalitis críptica, que se produce cuando las amígdalas tienen unas depresiones o criptas donde se acumulan restos de comida, bacterias y células muertas. Estos restos se endurecen y forman unas bolitas blancas o amarillentas llamadas tonsilolitos o cálculos amigdalinos, que desprenden un olor fétido debido a la liberación de compuestos sulfurados.

La amigdalitis críptica puede causar síntomas como dolor de garganta, dificultad para tragar, inflamación de las amígdalas y mal aliento persistente. A veces, los tonsilolitos pueden expulsarse solos al toser o al cepillarse los dientes, pero otras veces se quedan atrapados en las criptas y requieren un tratamiento específico.

El tratamiento de la halitosis por amigdalitis críptica depende de la gravedad del caso y del impacto en la calidad de vida del paciente. Algunas medidas que pueden ayudar a prevenir o reducir el mal aliento son:

  • Mantener una buena higiene bucal, cepillando los dientes y la lengua después de cada comida y usando hilo dental y enjuague bucal.
  • Beber mucha agua para mantener la boca hidratada y evitar la sequedad que favorece el crecimiento bacteriano.
  • Evitar el consumo de tabaco, alcohol, café y alimentos que puedan causar mal aliento, como el ajo, la cebolla o las especias.
  • Visitar al dentista periódicamente para detectar y tratar posibles problemas dentales o de encías que puedan contribuir a la halitosis.
  • Consultar con un otorrinolaringólogo si se sospecha de una amigdalitis críptica o si se presentan síntomas como dolor o inflamación de las amígdalas.
  • El otorrinolaringólogo puede realizar una exploración física y una prueba para medir el nivel de compuestos sulfurados en el aliento. Si se confirma el diagnóstico de halitosis por amigdalitis críptica, el especialista puede recomendar diferentes opciones de tratamiento, como:
    • La extracción manual o con una jeringa de los tonsilolitos.
    • La aplicación de un láser o un bisturí eléctrico para limpiar las criptas y reducir su tamaño.
    • La extirpación quirúrgica de las amígdalas (amigdalectomía), que es el tratamiento definitivo pero que solo se reserva para los casos más severos o recurrentes.

La halitosis por amigdalitis críptica es una condición que puede afectar a la autoestima y a las relaciones sociales de quien la padece. Por eso, es importante acudir a un profesional cualificado que pueda ofrecer un diagnóstico adecuado y un tratamiento personalizado. El Dr. Blas Sánchez Reyes es un experto en otorrinolaringología pediátrica y adulta, con más de 20 años de experiencia y una amplia formación académica. Si desea solicitar una cita o resolver cualquier duda, no dude en contactar con él a través de su página web o por teléfono.