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¿Qué es la Otosclerosis?

La otosclerosis es una enfermedad que afecta a los huesos del oído medio y causa una pérdida de audición progresiva. Es una de las causas más comunes de la hipoacusia en adultos jóvenes, especialmente en mujeres. Se estima que afecta a más de 3 millones de personas en los Estados Unidos.

La otosclerosis se produce por un crecimiento anormal del tejido óseo en el oído medio, que impide que los huesos (martillo, yunque y estribo) vibren adecuadamente en respuesta al sonido. El estribo es el hueso más afectado por la otosclerosis, ya que se fusiona con el hueso que lo rodea y pierde su movilidad. Esto reduce la transmisión del sonido al oído interno, donde se convierte en señales nerviosas que viajan al cerebro.

Los síntomas de la otosclerosis pueden variar según la gravedad y la velocidad de progresión de la enfermedad. El síntoma más frecuente es la pérdida de audición, que suele ser gradual y bilateral (afecta a ambos oídos). La pérdida de audición puede ser de tipo conductivo (por dificultad en el paso del sonido al oído interno) o mixto (por afectación del oído interno también). Otros síntomas pueden ser el zumbido o tinnitus, la sensación de presión o plenitud en el oído, el vértigo o mareo y la dificultad para escuchar su propia voz.

El diagnóstico de la otosclerosis se basa en la historia clínica, el examen físico y las pruebas audiológicas. El médico especialista en otorrinolaringología puede observar el tímpano y el conducto auditivo externo con un instrumento llamado otoscopio. Las pruebas audiológicas pueden incluir la audiometría (que mide el nivel de audición), la timpanometría (que evalúa la movilidad del tímpano y los huesos del oído medio) y la impedanciometría (que detecta la presencia de reflejos acústicos). En algunos casos, se puede realizar una tomografía computarizada (TC) o una resonancia magnética (RM) para descartar otras causas de pérdida de audición .

El tratamiento de la otosclerosis depende de la severidad de los síntomas y las preferencias del paciente. En algunos casos, se puede optar por una observación periódica sin tratamiento específico. En otros casos, se puede recurrir al uso de audífonos, que amplifican el sonido y mejoran la audición. La opción quirúrgica consiste en la estapedectomía, que es una intervención que reemplaza el estribo fijado por una prótesis móvil que permite recuperar la transmisión del sonido al oído interno. La cirugía tiene un alto índice de éxito y pocas complicaciones, pero no está exenta de riesgos, como el sangrado, la infección, el daño al nervio facial, el aumento del tinnitus o la pérdida auditiva total .

La otosclerosis es una enfermedad crónica que puede afectar significativamente la calidad de vida de las personas que la padecen. Sin embargo, existen opciones terapéuticas que pueden mejorar la audición y reducir los síntomas asociados. Si usted sospecha que tiene otosclerosis o tiene algún problema auditivo, consulte con su médico otorrinolaringólogo para recibir un diagnóstico adecuado y un tratamiento personalizado.