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Fosita o Papiloma Preauricular en Niños: ¿Qué es y cuándo preocuparse?

La presencia de una pequeña fosita o un bulto diminuto cerca de la oreja de un niño puede ser motivo de preocupación para los padres. Estas anomalías, conocidas como fosita preauricular y papiloma preauricular, respectivamente, son relativamente comunes. El Dr. Blas Sánchez Reyes, Otorrinolaringólogo Pediatra, explica estas condiciones, sus causas, posibles complicaciones y cuándo buscar atención médica.

¿Qué es una Fosita Preauricular?

Una fosita preauricular es una pequeña hendidura o agujero que se localiza delante de la oreja, cerca del inicio del hélix (el borde superior de la oreja). Se considera una malformación congénita menor, lo que significa que está presente al nacer. Ocurre debido a un desarrollo incompleto del oído externo durante la gestación.

¿Qué es un Papiloma Preauricular?

Un papiloma preauricular es un pequeño bulto o protuberancia de piel que se forma en la misma zona, delante de la oreja. Al igual que la fosita, es una anomalía congénita y puede presentarse solo o junto con una fosita preauricular.

Causas de la Fosita y el Papiloma Preauricular

Ambas condiciones se originan durante el desarrollo embrionario, en las primeras semanas de gestación, cuando se forma el oído externo. Se cree que son el resultado de una fusión incompleta de los tejidos que dan origen a la oreja. En la mayoría de los casos, son eventos aislados y no se asocian con otras anomalías. Sin embargo, en algunos casos, pueden estar relacionadas con síndromes genéticos o malformaciones del oído, riñón o corazón.

¿Son Comunes?

La fosita preauricular es más común que el papiloma preauricular. Se estima que la prevalencia de la fosita preauricular es del 0.1% al 0.9% en la población general, aunque puede variar según la etnia. El papiloma preauricular es menos frecuente.

Síntomas y Complicaciones

En la mayoría de los casos, tanto la fosita como el papiloma preauricular son asintomáticos. Sin embargo, pueden presentarse algunas complicaciones:

  • Infección: La fosita preauricular puede infectarse, causando dolor, hinchazón, enrojecimiento y secreción de pus. Las infecciones recurrentes pueden llevar a la formación de un absceso (acumulación de pus) y requerir tratamiento con antibióticos o incluso cirugía.
  • Quiste o absceso: Se puede formar un quiste (bolsa llena de líquido) o un absceso a partir de una fosita preauricular infectada.
  • Problemas estéticos: Aunque no representan un problema de salud, algunas personas pueden considerar que la fosita o el papiloma preauricular son antiestéticos, especialmente si son grandes o prominentes.
  • Pérdida auditiva: En raras ocasiones, la fosita preauricular se asocia con problemas de audición, especialmente si está relacionada con otras malformaciones del oído.

¿Cuándo Preocuparse y Consultar al Dr. Blas Sánchez Reyes?

En general, la fosita y el papiloma preauricular no requieren tratamiento si son asintomáticos. Sin embargo, se debe consultar al Dr. Blas Sánchez Reyes, Otorrinolaringólogo Pediatra, en los siguientes casos:

  • Signos de infección: Dolor, hinchazón, enrojecimiento o secreción de la fosita preauricular.
  • Infecciones recurrentes: Episodios repetidos de infección en la fosita preauricular.
  • Sospecha de otras anomalías: Si el niño presenta otras malformaciones en la cara, el oído, el riñón o el corazón.
  • Problemas de audición: Si se sospecha que el niño tiene dificultades para oír.
  • Preocupaciones estéticas: Si la fosita o el papiloma preauricular causan problemas de autoestima o afectan la calidad de vida del niño.

Diagnóstico y Tratamiento

El diagnóstico de la fosita y el papiloma preauricular se realiza mediante un examen físico. El Dr. Blas Sánchez Reyes puede solicitar estudios de imagen, como una ecografía, para evaluar la extensión de la fosita o descartar otras anomalías. Si hay infección, se puede tomar una muestra de la secreción para identificar la bacteria y prescribir el antibiótico adecuado.

El tratamiento depende de los síntomas y las complicaciones:

  • Observación: Si son asintomáticos, no se requiere tratamiento.
  • Antibióticos: Para tratar las infecciones.
  • Cirugía: La extirpación quirúrgica de la fosita o el papiloma preauricular se recomienda en casos de infecciones recurrentes, abscesos, quistes o por razones estéticas. La cirugía se realiza generalmente bajo anestesia general y es un procedimiento seguro y eficaz.

Es importante recordar que la mayoría de las fositas y papilomas preauriculares son condiciones benignas que no afectan la salud del niño. Sin embargo, ante cualquier duda o síntoma, es fundamental consultar al Dr. Blas Sánchez Reyes, Otorrinolaringólogo Pediatra, para recibir una evaluación adecuada y un tratamiento oportuno.