
La amigdalitis es una de las afecciones más comunes de la garganta, especialmente en niños. Se trata de la inflamación de las amígdalas, dos masas de tejido linfoide ubicadas a cada lado de la garganta. Su función principal es actuar como una primera línea de defensa del sistema inmunológico, ayudando a combatir virus y bacterias que ingresan al cuerpo a través de la boca y la nariz. Sin embargo, en ocasiones, estas mismas amígdalas se infectan, causando dolor y otros síntomas molestos.
Síntomas Comunes de la Amigdalitis
Los síntomas de la amigdalitis pueden variar en severidad, pero los más frecuentes incluyen:
- Dolor de garganta, que puede ser leve o severo.
- Dificultad o dolor al tragar (disfagia).
- Amígdalas rojas e hinchadas.
- Manchas blancas o amarillas (placas de pus) en las amígdalas.
- Fiebre.
- Voz apagada o rasposa.
- Dolor de cabeza.
- Mal aliento.
- Ganglios linfáticos inflamados y sensibles en el cuello.
Tipos de Amigdalitis
La amigdalitis se clasifica principalmente según su causa, que es clave para determinar el tratamiento adecuado:
1. Amigdalitis Viral: Este es el tipo más común de amigdalitis y es causado por virus como el de la gripe, el resfriado común, el adenovirus, o el virus de Epstein-Barr (mononucleosis). La amigdalitis viral generalmente presenta síntomas menos severos y suele resolverse por sí sola en unos pocos días. Los antibióticos no son efectivos contra los virus, por lo que el tratamiento se enfoca en aliviar los síntomas.
2. Amigdalitis Bacteriana: La causa más común de este tipo es la bacteria Streptococcus pyogenes (conocida como estreptococo del grupo A), responsable de la «faringoamigdalitis estreptocócica». A diferencia de la viral, la amigdalitis bacteriana a menudo viene acompañada de fiebre alta, ausencia de tos, y manchas de pus visibles en las amígdalas. Es crucial tratarla con antibióticos para prevenir complicaciones graves, como la fiebre reumática o la glomerulonefritis post-estreptocócica.
Amigdalitis Crónica y Recurrente
Además de los tipos agudos, existen otras formas:
- Amigdalitis Recurrente: Se diagnostica cuando un niño tiene múltiples episodios de amigdalitis bacteriana o viral en un período corto (generalmente, siete episodios en un año, cinco por año en dos años, o tres por año en tres años consecutivos).
- Amigdalitis Crónica: Se caracteriza por una infección persistente de las amígdalas, que puede causar mal aliento y la sensación de tener algo atorado en la garganta. A menudo, está asociada con la formación de «amigdalolitos» (cálculos en las amígdalas).
Diagnóstico y Tratamiento
Un diagnóstico preciso es fundamental. Como Otorrinolaringólogo Pediatra, a menudo realizo un examen físico para evaluar el estado de las amígdalas y la garganta. Si se sospecha una infección bacteriana, se puede realizar una prueba rápida de estreptococo o un cultivo de exudado faríngeo para confirmar la presencia de la bacteria.
El tratamiento dependerá del tipo de amigdalitis:
- Para la amigdalitis viral: Se recomienda reposo, hidratación, analgésicos para el dolor y antipiréticos para la fiebre.
- Para la amigdalitis bacteriana: El tratamiento con antibióticos es la norma.
En casos de amigdalitis recurrente o crónica, o si el agrandamiento de las amígdalas causa problemas como apnea del sueño, se puede considerar la extirpación de las amígdalas (amigdalectomía).
Es importante buscar atención médica ante los primeros síntomas para un diagnóstico preciso y un tratamiento oportuno. No subestime un dolor de garganta, ya que un tratamiento adecuado previene complicaciones y mejora la calidad de vida de su hijo.