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Cómo prevenir y tratar las disfonías

¿Qué son las disfonías y cómo afectan a nuestra voz?

La voz es una de las herramientas más importantes que tenemos para comunicarnos con los demás. Sin embargo, a veces podemos sufrir alteraciones en el timbre, la intensidad o la calidad de nuestra voz que dificultan o impiden su uso normal. Estas alteraciones se conocen como disfonías y pueden tener diversas causas y tratamientos.

Las disfonías pueden ser de origen funcional, orgánico o mixto. Las disfonías funcionales se deben a un mal uso o abuso de la voz, que provoca tensión muscular o fatiga vocal. Las disfonías orgánicas se deben a alguna lesión o enfermedad que afecta a la laringe o a las cuerdas vocales, como nódulos, pólipos, quistes, inflamación, infección, reflujo o tumores. Las disfonías mixtas son aquellas que combinan ambos factores.

La duración de una disfonía puede variar según su causa y su gravedad. En general, se recomienda consultar con un especialista en otorrinolaringología si la disfonía persiste más de 15 días, ya que puede indicar una lesión más seria o crónica que requiera un diagnóstico y un tratamiento adecuados.

¿Cómo prevenir y tratar las disfonías?

La prevención de las disfonías pasa por mantener una buena higiene vocal, es decir, cuidar los hábitos que favorecen el funcionamiento óptimo de nuestra voz. Algunas medidas de higiene vocal son:

  • Hidratarse correctamente, bebiendo al menos dos litros de agua al día y evitando las bebidas alcohólicas o con cafeína.
  • Evitar el tabaco y el humo, ya que irritan e inflaman las cuerdas vocales.
  • Evitar el reflujo gastroesofágico, que puede dañar la mucosa laríngea y provocar tos o carraspeo.
  • Evitar los ambientes secos o con polvo, que resecan la garganta y dificultan la lubricación vocal.
  • Evitar los cambios bruscos de temperatura o el aire acondicionado, que pueden alterar la vascularización de la laringe.
  • Evitar el uso excesivo o forzado de la voz, especialmente en situaciones de ruido ambiental o estrés emocional.
  • Descansar la voz adecuadamente, sobre todo después de un episodio de disfonía o de una actividad vocal intensa.
  • Realizar ejercicios de calentamiento y relajación vocal antes y después de usar la voz profesionalmente o por ocio.

El tratamiento de las disfonías dependerá de su causa y su severidad. En algunos casos, bastará con seguir las medidas de higiene vocal y reposar la voz durante unos días. En otros casos, se requerirá el uso de medicamentos antiinflamatorios o antisecretores para aliviar los síntomas. En algunos casos, se necesitará la intervención de un logopeda para rehabilitar la voz mediante ejercicios específicos que corrijan los hábitos vocales erróneos y mejoren la técnica vocal. Finalmente, en algunos casos se requerirá una cirugía para extirpar las lesiones benignas o malignas que afecten a las cuerdas vocales.

En conclusión, las disfonías son alteraciones frecuentes que pueden afectar a nuestra calidad de vida y a nuestra salud vocal. Por eso, es importante prevenirlas mediante una buena higiene vocal y consultar con un especialista en caso de que persistan más allá del tiempo normal. Así podremos recuperar nuestra voz y disfrutarla plenamente.